jueves, 26 de febrero de 2015

La Escritura



Desde que tinta o grafito toca el papel
a través de lápiz, bolígrafo o pincel
y comienza la mano a hacer florituras,
ya me ha inundado el poder de la escritura,

que arrastra mi futuro a una fosa,
alejándome de cualquier otra cosa
con su particular belleza
que mi inseguridad destroza.

Me hace ser el héroe con mayor destreza,
transforma mi tristeza en excitación y alegría,
calentando mis manos en las noches frías,
pudiendo convertir en obras maestras tonterías.

Consigue grandeza aunque sea pequeño el formato,
convierte en huracanes o calma mis arrebatos,
recopila sobre mí inmensos datos
y aún así siempre me ha dado un buen trato.

No es sin embargo una mujer
que recuerda con veneno el ayer.
En el presente te dota de eficacia
y cuando es pasado te transmite la nostalgia.

Se encuentra en libros y novelas,
en el artículo de aquel de quien recelas,
esa película de guión de final fatal,
el poema que convierte vuestro amor en inmortal…

A veces se mezcla con rap, blues o rock n’ roll;
con cualquier partitura con una clave de Sol.
Puede tener humor, moraleja, lema…
Será perfecta si la técnica es buena.

Nos rodea en nuestra vida mientras crecemos,
permanece en ella aunque la rechacemos,
siempre intentando cazarnos con su embrujo
demostrando día a día que es como agua y no un lujo.

De entre tantas artes destacable entre todas
pero no necesita odas.
Todo el mundo sabe que la pura escritura
es de por sí grande. Este escritor lo jura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario